Por Qué son Dañinas las Comidas Procesadas

Si bien las comidas procesadas, es decir todo lo que se expende embolsado, envasado, congelado, enlatado pareciera ser la solución al problema de la falta de “tiempo” para preparar los alimentos, en la triste realidad dista mucho de ser una solución y más bien entra en la categoría de causante de problemas.

Si miramos estos “productos”, que no alimentos desde el punto de vista de la comodidad, pues si, es mucho más fácil abrir una caja de polvo, mezclarla con agua, aceite, añadir un huevo, hornearla y “preparar” un pastel que comenzar mezclando harina con el resto de materias primas que se requieren para hornear un verdero pastel hecho en casa, libre de aditivos, saborizantes, colorantes, conservadores y sabra Dios qué más químicos añadidos. ¿Pero cuál es el verdadero precio de esta ilusoria comodidad?

Veamos algunos de los grandes inconvenientes de los productos industrializados que se venden como “alimentos” sin que realmente logren la función de nutrir nuestro organismo, porque simplemente están diseñados para otras cosas como:

Causar Adicción
Las comidas procesadas son adictivas por las sustancias que contienen y terminan estimulando el apetito a la sobre alimentación. Por ejemplo, los alimentos integrales aportan carbohidratos, proteínas, grasas, fibra y agua. Cuando se procesan en una fábrica, los componentes naturales de estos alimentos son modificados: se les retira la fibra, el agua y los nutrientes y lo que resta de ellos se concentra, por lo que la forma en que son digeridos y asimilados en el cuerpo será diferente, además de que al añadírseles sustancias químicas, estas no pueden asimilarse en el hígado y deben ser desechadas (cuando el cuerpo puede hacerlo) o almacenadas en los tejidos y causar problemas que se manifiestan de diferentes formas, las más comunes, en la piel.

Cuando se consumen productos altamente procesados o concentrados, se estimula artificialmente la dopamina, ese neurotransmisor que brinda placer y que juega un importante papel en la adicción. Así, se consume comida a la que le faltan nutrientes y fibra, pero crea una sensación de placer. La adicción a la comida comienza porque nos hace sentir bien al comerla y porque te hacen pensar que sabe mejor y por eso se busca comerla una y otra vez. Le suena conocido el slogan “¿a que no puedes comer solo una?”, así es como se crea una adicción.

La alimentación sobre cargada de productos procesados lleva a la depresión, problemas de memoria y cambios de estado de ánimo. Esto es porque los ingredientes de los productos industrializados, por lo general son de baja calidad, química y nutricional. Por ejemplo, las grasas y aceites que se usan en estos productos, son refinados, lo que significa que han sido despojados de sus ácidos grasos esenciales, fundamentales para mantener los niveles normales de glucosa en la sangre, estado de ánimo y memoria. El corazón, las hormonas, y el cerebro sufren cuando se comen estas grasas y aceites. Se deben preferir los aceites y grasas sin refinar y exprimidos “en frío” o vírgenes.

Por lo general, las comidas procesadas van de la mano con comer “a la carrera” o haciendo varias cosas a la vez, que de ninguna manera es saludable. La mayoría de las personas comen de forma apresurada para ahorrar tiempo, sin embargo, se causan otros trastornos como pérdida de la sensación normal de apetito y por tanto aumento de peso. Al mismo tiempo, comer de forma apresurada envía del cerebro al sistema digestivo señales equivocadas, pues el cuerpo y su sistema nervioso necesitan estar en un estado de paz y quietud para poder digerir apropiadamente.

Las comidas procesadas se ligan a la obesidad, porque contienen jarabe de fructosa de maíz y glutamato monosódico que ayudan a ganar peso y a comenzar la espiral de la obesidad, en niños, jóvenes y adultos y que siempre están presentes en las comidas rápidas y en los productos chatarra. Si se redujeran o eliminaran los anuncios televisivos de las cadenas de comida rápida y de productos chatarra, se disminuiría de manera drástica el sobrepeso en niños y adultos.

Las comidas procesadas por lo general contienen ingredientes que no siguen los principios de la buena combinación de alimentos. Por tanto, llevan a sufrir de baja de energía, mala digestion, enfermedades, acidez en la sangre y aumento de peso. Un ejemplo puede ser la carne congelada y la pizza con queso. El queso que es un producto lácteo, la carne que es una proteína animal, más la masa de harina de la pizza que es un producto de grano, son una pésima combinación que trastorna la salud digestiva y produce acidez y estreñimiento.

Las etiquetas de los productos procesados generalmente están escritas para confundir al consumidor y hacerle pensar que son alimentos “buenos” cuando en realidad sus efectos son dañinos. Por ejemplo, puede decir “sin azúcar”, porque realmente no contiene azúcar de caña, pero contiene otros endulzantes como el agave que es muy rico en alta fructosa como el jarabe de maíz.

También, el etiquetado puede ocultar otros procesos como que está fabricado con productos modificados genéticamente o que contiene aditivos dañinos como el glutamato monosódico que ocultan tras las palabras “saborizantes naturales” o “especias variadas”.

El cáncer está ligado a una dieta donde abundan los productos que contienen carnes procesadas como las hamburguesas, los hotdogs y las carnes frías que son abundantes en sal y grasas, además de infinidad de químicos que se les agregan como los nitritos para mantener su color y evitar su contaminación. En el estómago, estos nitritos se convierten en nitrosaminas que producen cáncer.

El consumo frecuente de productos procesados puede provocar infertilidad y desnutrición. En este caso están los “cereales” de caja que han sido privados de importantes vitaminas y nutrientes que el cuerpo necesita para su salud.

Si usted come muchos alimentos procesados está consumiendo gran cantidad de calorías y puede estar desnutrido. En pruebas de laboratorio, la desnutrición es causa de cese de la reproducción. En nuestros días la infertilidad tanto femenina como masculina va en aumento y afecta cada día a más parejas.

Los productos procesados están hechos para durar mucho tiempo en los anaqueles o refrigeradores de los supermercados y en su alacena y en su congelador, sin volverse rancios o cambiar de sabor. Los fabricantes gastan tiempo, dinero y esfuerzo en producer bellos empaques y en desarrollar formas para hacer que duren meses y aún años sus productos sin perder su apariencia. Pero piense un poco, ¿esto nos dará una buena salud y alargará nuestra vida también?